El valor de la solidaridad Sur-Sur para una recuperación sostenible

ONU Desarrollo
4 min readSep 11, 2022

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La cooperación Sur-Sur es un componente esencial del apoyo que el PNUD brinda a los países para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Mientras la guerra en Ucrania continúa exacerbando las consecuencias de la COVID-19, queda claro que el mundo se enfrenta a un futuro incierto marcado por crisis económicas y sociales, y sacudido por los efectos cada vez más impredecibles de la crisis climática. Las alianzas globales efectivas a todos los niveles son vitales para superar estas crisis.

En este contexto, la cooperación Sur-Sur, que son asociaciones basadas en la solidaridad entre los pueblos y países del “Sur Global”, es más importante que nunca para romper el ciclo de pobreza e inestabilidad, y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Ahora que estamos a mitad del camino marcado para lograr la Agenda 2030, estas naciones examinarán las formas en que las alianzas del Sur-Sur pueden contribuir a alcanzar los ODS.

El Día de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur 2023 se centra en cómo la solidaridad, igualdad y colaboración son clave para desbloquear la cooperación Sur-Sur y en consecuencia el logro de los Objetivos Mundiales.

Se trata de la última observación anual que marca el aniversario del establecimiento de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cooperación Técnica entre Países en Desarrollo.

En 1974, la Asamblea General de la ONU creó una unidad dentro del PNUD encargada de promover la cooperación entre los países en desarrollo con el objetivo de desarrollar las capacidades locales y aumentar la autosuficiencia. Casi 50 años después, la cooperación Sur-Sur sigue siendo un componente esencial del trabajo del PNUD.

“La cooperación Sur-Sur representa una visión compartida entre los pueblos y países del sur que está moldeada por realidades históricas cercanas, caminos de desarrollo similares, así como desafíos compartidos”, afirma Achim Steiner, Administrador del PNUD.

“Cada país tiene algo que aportar en un intento común de encontrar y compartir soluciones que sean beneficiosas y factibles de adaptar a la situación única de cada país”.

La red mundial de oficinas, centros de políticas y expertos del PNUD respalda una amplia gama de asociaciones en el intercambio de finanzas, tecnología y conocimientos en todo el mundo. Te mostramos algunos ejemplos.

Difundiendo el modelo exitoso de YouthConnekt en África

Los jóvenes prueba larealidad virtual en la Cumbre Africana de YouthConnekt 2017 en Kigali (Rwanda). Foto: PNUD / Aude Rossignol

YouthConnekt se desplegó en Rwanda en 2012 con el objetivo de conectar a los jóvenes con compañeros, recursos, tecnologías, habilidades y oportunidades económicas. YouthConnekt fortalece y amplía las habilidades de liderazgo y emprendimiento, así como las oportunidades de empleo productivo para los jóvenes. El PNUD África ha implementado YouthConnekt en ocho países: Rwanda, la República Democrática del Congo, Congo Brazzaville, Liberia, Zambia, Cabo Verde, Gambia y Uganda. El programa continúa expandiéndose por todo el continente, creando empleos para jóvenes africanos y ayudándolos a desarrollar las habilidades para convertirse en líderes empresariales.

Nuestra alianza con la Fundación Tony Elumelu se centra en el empoderamiento y el espíritu empresarial de los jóvenes en África y tiene previsto apoyar a 100.000 empresarios africanos durante 10 años.

Conectando las islas del Caribe a través de la reducción del riesgo de desastres

En Cuba, miembros de la comunidad ayudan a los empleados del gobierno a distribuir techos de aluminio proporcionados por el PNUD para reparar casas después del huracán Sandy. Foto: PNUD Cuba

Los huracanes son una realidad palpable en Cuba y, debido al cambio climático, cada vez son más fuertes y frecuentes. El PNUD trabaja con los gobiernos y las comunidades para garantizar que sus planes de reducción del riesgo de desastres mitiguen los efectos de esta nueva realidad. Esto incluye sistemas de alerta temprana, gestión de recursos naturales, cubiertas de viviendas y apoyo para la producción local de materiales de construcción resistentes, así como el fortalecimiento de las capacidades de producción local de alimentos para abastecer los territorios.

Cinco países del Caribe (Jamaica, Trinidad y Tobago, Guyana, República Dominicana e Islas Vírgenes Británicas), así como Talcahuano en Chile también se están beneficiando de las lecciones aprendidas en el Centro de Gestión para la Reducción de Riesgos de Cuba en comunidades vulnerables.

Promocionando el liderazgo juvenil en la región de los Estados Árabes

Mariam Al Kaabi, de los Emiratos Árabes Unidos, forma parte del Programa de Liderazgo Juvenil, una iniciativa innovadora que apoya a los jóvenes para que se conviertan en agentes de cambio exitosos. Foto: PNUD / Freya Morales

El Programa de Liderazgo Juvenil (YLP por sus siglas en inglés) ofrece una de las redes más dinámicas de la región, apuntando en la relación entre la juventud, la innovación y el desarrollo sostenible.

Desde su inicio en 2015, YLP ha trabajado en 18 países de la región, involucrando a más de 30.000 mujeres y hombres jóvenes, así como creando una red de más de 80 organizaciones que prestan servicios a jóvenes.

El programa ha utilizado conocimientos de comportamiento, inteligencia artificial y tecnología blockchain para educar e inspirar a más de 5.000 jóvenes, especialmente mujeres. Los alienta a convertirse en innovadores sociales, líderes y una fuerza poderosa para el cambio en sus comunidades, equipándolos para crear empresas sociales y organizaciones sin fines de lucro.

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