El árbol de pequi al rescate

ONU Desarrollo
5 min readFeb 25, 2020
Al vivir en una de las áreas con mayor biodiversidad del mundo, los Kisêdjê enfrentaron incursiones y deforestación generalizadas que llevaron a su cultura al borde del colapso. Foto: Iniciativa Ecuatorial del PNUD / Kamikia Kisedje

Durante generaciones, el árbol de pequi ha tenido un profundo significado cultural para el pueblo Kisêdjê. Y más recientemente también les ha salvado la vida.

La Tierra Indígena Wawi en la región de Mato Grosso de Brasil es una de las áreas con mayor biodiversidad del mundo. Pero las incursiones y la deforestación generalizadas llevaron a la cultura Kisêdjê al borde del colapso.

En un momento en la década de 1960, como resultado de enfermedades devastadoras y conflictos con mineros y ganaderos invasores, solo había 62 personas en el pueblo Kisêdjê.

La comunidad participa en rituales. Foto: Iniciativa Ecuatorial del PNUD/Simone Giovine

Reclamando sus derechos

A mediados de la década de 1990, lideraron una extensa campaña para reclamar sus derechos territoriales y hoy hay más 500 de Kisêdjê que viven en las cuatro aldeas de Khinhatxi, Horehusikrô, Yarumã y Ngôsoko.

Más recientemente, los Kisêdjê fueron desplazados debido a la deforestación por parte de los agricultores y madereros de los alrededores. Tuvieron que comenzar de nuevo y construyeron una nueva aldea.

Los Kisêdjê fueron desplazados debido a la deforestación por parte de los agricultores y madereros de los alrededores. Tuvieron que comenzar de nuevo y construyeron una nueva aldea. Foto: Iniciativa Ecuatorial del PNUD/Kamikia Kisedje

“Desde que nos mudamos aquí, estamos menos preocupados por la contaminación del suelo. Ahora hay más animales. Podemos dejar que nuestros hijos jueguen afuera”, dice el representante Waduwabati Suya.

“Desde que nos mudamos aquí, estamos menos preocupados por la contaminación del suelo. Ahora hay más animales. Podemos dejar que nuestros hijos jueguen afuera”, dice el representante Waduwabati Suya. Foto: Iniciativa Ecuatorial del PNUD/Mike Arrison

El árbol de pequi ha sido fundamental para ayudar a esta comunidad a prosperar. Los aldeanos han plantado más de 3.000 árboles para restaurar las tierras dañadas y producir los frutos.

“El pequi juega un papel importante en la reforestación de aquellas áreas que algunas personas usurparon para la agricultura. Con el tiempo comenzamos a trabajar con la fruta en este proyecto tan exitoso para nosotros”, dice Waduwabati Suya.

En 2005, fundaron la Asociación Indígena Kisêdjê. Su objetivo era proporcionar alimentos a sus comunidades mediante la gestión sostenible de sus tierras.

En 2011, la asociación creó el proyecto de Aceite de Pequi, Hwĩn Mbê, que combina nuevas tecnologías con métodos tradicionales para extraer de manera sostenible más de 300 litros de aceite de pequi cada año.

Originario de la zona y domesticado desde hace mucho tiempo, el pequi ha crecido en los jardines Kisêdjê durante siglos. Está presente en los mitos, rituales y festivales del pueblo Kisêdjê.

Los aldeanos han plantado más de 3.000 árboles de pequi para restaurar las tierras dañadas y producir los frutos. Foto: Iniciativa Ecuatorial del PNUD/Simone Giovine

Es un árbol tropical cuya fruta es tan grande como una naranja, en forma de huevo y con una piel verde esmeralda cuando está completamente madura. El aceite extraído de sus semillas contiene una gran cantidad de vitamina A. Se usa para cocinar y en medicinas tradicionales. También se puede usar como un emoliente para la piel y como pintura ritual. La fruta es parte integral de varios platos tradicionales brasileños, también es utilizada en licores y dulces tradicionales como la paçoca.

La refinación del aceite de pequi es una actividad tradicionalmente realizada por mujeres. El Grupo de Mujeres Kisêdjê decide cómo se distribuirán los ingresos.

Utilizando un modelo empresarial innovador para conectarse con los mercados locales y nacionales, el proyecto Hwĩn Mbê permite a la próxima generación de Kisêdjê gestionar sus bosques de manera sostenible, obtener ingresos y celebrar la cultura indígena.

El aceite de pequi se usa para cocinar y en medicinas tradicionales. También se puede usar como un emoliente para la piel y como pintura ritual. Foto: Iniciativa Ecuatorial del PNUD/Rogério Assis/ISA

El aceite se vende como parte de Origens Brasil, una red de colaboración centrada en la conexión entre productores y compradores indígenas, promoviendo cadenas de suministro sostenibles con ética y transparencia. También cuenta con el apoyo de Slow Food International.

Origens Brasil vincula a compradores con productores indígenas en la Amazonía. Su objetivo es cambiar la forma convencional de hacer negocios mediante el fomento de prácticas más éticas y transparentes.

Los productos vendidos a través de Origins Brasil se registran en una plataforma digital y reciben un código que permite a compradores y consumidores rastrear su origen e historia, aumentando la transparencia y minimizando la necesidad de intermediarios.

El aceite se vende como parte de Origens Brasil, una red de colaboración centrada en la conexión entre productores y compradores, promoviendo cadenas de suministro sostenibles con ética y transparencia. Fotos: Iniciativa Ecuatorial del PNUD/Kamikia Kisedje

El aceite de pequi se vende a la compañía estadounidense de cosméticos New Harmony, a los supermercados Grupo Pão de Açúcar y al restaurante Dalva & Dito, con sede en São Paulo, dirigido por el chef con estrella Michelin Alex Atala. También se exporta y está disponible en línea en asociación con Soul Brasil en Culinary Culture Connections.

Los ingresos de la producción y las ventas van enteramente a la Associação Indígena Kisêdjê. La asociación a su vez paga a los grupos de trabajo e invierte el excedente en las necesidades de la comunidad.

En 2019, la Associação Indígena Kisêdjê recibió el prestigioso Premio Ecuatorial en reconocimiento a su trabajo ejemplar en la lucha contra el cambio climático y la promoción del desarrollo sostenible. El pueblo de Kisêdjê se destaca como un modelo de emprendimiento global resiliente. A pesar de las adversidades, han creado medios de vida forestales alternativos para su comunidad, al tiempo que recuperan y reforestan sus tierras.

En 2019, la Associação Indígena Kisêdjê recibió el prestigioso Premio Ecuatorial del PNUD en reconocimiento a su trabajo ejemplar en la lucha contra el cambio climático y el desarrollo sostenible. Foto: Iniciativa Ecuatorial del PNUD / Mike Arrison

Haz clic aquí para obtener más información sobre el Proyecto Associação Indígena Kisêdjê.

Texto: Anna Giulia Medri

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