En Costa Rica, las mujeres toman el timón
Costa Rica es líder mundial en la protección de sus océanos y su vida marina, y cada vez más mujeres participan en la gestión sostenible de sus pesquerías.
Rosa Martínez vive en San Isidro de Chacarita, en la provincia de Puntarenas. Ella ingresó al mundo de la pesca con palangre hace dos años después de que un pariente le sugirió que ella y su esposo compraran su propio bote.
“Yo tenía demasiado miedo porque solo me había dedicado a las tareas domésticas, nunca había dirigido personas. Ni siquiera sabía diferenciar las especies de pescados”, dice ella.
La madre de dos hijos rápidamente se adentró al mundo de los negocios y la tripulación ahora la llama “la patrona”. Mientras su marido se va al mar, ella se asegura de que el negocio funcione sin problemas.
“Me ocupo de solicitar los trámites legales para las descargas de la pesca, negociar con las empresas para conseguir el mejor precio, asegurar que la embarcación tenga todo lo necesario para una navegación segura y si en alta mar se presenta algo, debo asegurarme de enviarles lo que necesitan con ayuda de otra embarcación. Estoy empezando y estoy feliz”, dice ella.
La líder de negocios, Jeannette Pérez, regresó a Costa Rica desde los Estados Unidos con sus dos hijos, luego de un divorcio. Para mantener a su familia consiguió un trabajo en una compañía de pesca. Cuando la compañía cerró unos años más tarde, compró su primer barco de pesca turístico.
“Me enamoré de mi trabajo y me di cuenta de que podía cuidar de mi familia, como era padre y madre”, dice ella.
Desde el año pasado, Jeannette ha estado participando en el Plan de Acción de la Plataforma de Pesquería Sostenible de Grandes Pelágicos, facilitado por el PNUD, a través de su Green Commodities Programme, en la búsqueda de soluciones innovadoras para mejorar el desempeño ambiental, económico y social de las especies pelágicas como el atún, mahi-mahi y el pez espada.
Es la primera mujer en ser nombrada miembro de la Junta Directiva del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura.
En Costa Rica, el turismo y la pesca deportiva generan alrededor de US$ 331 millones al año y respaldan más de 60 mil empleos.
“Siempre la pesca y el mar fueron importantes para Costa Rica, pero en los últimos años la crisis del sector me hizo sentir la necesidad de involucrarme en la gestión de la política pesquera porque muchas de las decisiones que se tomaban no integraban nuestra visión ni contemplaban nuestras necesidades”, afirma Jeannette.
La Plataforma de Pesquerías Sostenible de Grandes Pelágicos de Costa Rica es donde los sectores pesqueros trabajan juntos y construyen un plan que permitirá al país superar la crisis que enfrenta la industria hoy en día. “Estamos atascados, y necesitamos avanzar, y este puede ser el camino correcto. Mi esperanza es que podamos lograrlo”, dice Jeanette.
Costa Rica es el primer país del mundo en establecer un Plan Nacional para la Pesca Sostenible de Grandes Pelágicos, está siendo liderado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) como órgano rector del sector pesquero, el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (INCOPESCA) y el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), con aporte financiero del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM).
Solo el 2% de las mujeres en Costa Rica son empresarias, por lo que el camino que han recorrido Rosa y Jeannette no ha sido fácil. “El empoderamiento de las mujeres es urgente para transformar estas desigualdades históricas que obstaculizan significativamente su progreso, y por lo tanto el de sus familias, las comunidades y las naciones. Rosa y Jeannette son dos ejemplos de la clara relación que tienen las mujeres con el desarrollo sostenible”, explica José Vicente Troya, Representante Residente del PNUD en Costa Rica.
Aunque al principio tenía sus dudas, Rosa ahora quiere animar a otras mujeres a salir de su zona de confort.
“A las mujeres que piensan como yo solía pensar les diría…que se echen al agua… yo tenía muchos miedos, pero incluso esto me ayudó a salir de una depresión. Mi mente está ocupada, me siento más segura y veo que se puede vivir mejor si uno lucha y si uno cree en una misma. Le diría a todas las mujeres que ni un paso atrás, que las adversidades se pueden superar”, asegura Rosa.
Por PNUD Costa Rica