Innovación comunitaria para la inclusión

ONU Desarrollo
7 min readDec 2, 2022
Jamila Mammadli en Bakú (Azerbaiyán). Foto: Sid Lee / Nation of Artists

Nuestro mundo está haciendo frente a los impactos en cascada de diferentes crisis interconectadas: desde el cambio climático, a la COVID-19, pasando por la guerra en Ucrania y la crisis del costo de vida. Miles de millones de personas en todo el mundo están experimentando un retroceso del desarrollo humano, dificultades significativas en su día a día y un futuro incierto.

Sabemos que en tiempos de crisis las personas más vulnerables son las que se ven afectadas de manera desproporcionada, y eso incluye a las personas con discapacidad. Tienen más probabilidades de padecer problemas de salud, niveles más bajos de empleo y educación, y tasas de pobreza más altas. Esto significa que cuando llega una crisis, también se encuentran entre las personas más excluidas y rezagadas.

No obstante, las personas con discapacidad también están proponiendo soluciones innovadoras que solventan las necesidades insatisfechas dentro de sus comunidades. La red de Laboratorios de Aceleración del PNUD mapea todas estas iniciativas, ayudando a sacar a la luz los menesteres de las personas a las que servimos.

El método que siguen los Laboratorios de Aceleración son parte de un enfoque más amplio llamado “inteligencia colectiva”, que puede incrementar la capacidad de las personas para participar en la resolución de problemas sociales y puede ayudar a las partes interesadas, los expertos y las comunidades afectadas a tomar decisiones más informadas e inclusivas.

Agentes de cambio

Jamila Mammadli trabaja para mejorar el acceso al transporte de usuarios de sillas de ruedas en Bakú (Azerbaiyán). Foto: Sid Lee / Nation of Artists

Para conmemorar el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, destacamos el perfil de tres personas personas que usan la innovación para transformar sus sociedades y para ayudar a garantizar que nadie se quede atrás.

Desde mejorar el acceso al transporte para usuarios de sillas de ruedas, hasta luchar contra la violencia de género, Jamila Mammadli, de Azerbaiyán, y Andrea Mosquera, del Ecuador, han desarrollado soluciones locales para las barreras a las que se enfrentan. Y en Rwanda, Sumaya Rebecca comparte sus experiencias de primera mano sobre cómo es la vida para una persona con discapacidad con el objetivo de garantizar que las innovaciones se ajusten a las necesidades de quienes las utilizarán.

En Azerbaiyán: luchando por la accesibilidad

Acceder al metro en Bakú (Azerbaiyán) es todo un desafío para las personas con discapacidad. Foto: Sid Lee / Nation of Artists

Jamila Mammadli es escritora y activista por las personas con discapacidad en Bakú, Azerbaiyán. Fue una de los cinco protagonistas en el documental sobre innovación “for Tomorrow: the Documentary”, un largometraje sobre el trabajo de los Laboratorios de Aceleración del PNUD y el poder de la innovación comunitaria.

“Mi innovación, si tengo que llamarme innovadora, consiste en tratar de hacer algo más accesible para todas las personas”, explica Jamila. “Quiero mostrarle al mundo que puedo vivir mi vida si me dan opciones para vivirla en buenas condiciones. Sé que podría brindar un mejor futuro para los usuarios de sillas de ruedas”, afirma.

Con el lema “nada sobre nosotros sin nosotros” como motor, el PNUD en Azerbaiyán y su Laboratorio de Aceleración están aunando esfuerzos con sus contrapartes a nivel nacional para involucrar a las personas con discapacidad y sus organizaciones en el desarrollo y despliegue de nuevas soluciones de autoempleo, innovación y derechos humanos.

Jamila vio la falta de accesibilidad en la capital de su país como un obstáculo importante para que las personas con discapacidad participen plenamente en la sociedad. Usando sus redes sociales para estimular el cambio, ha ayudado a mejorar el acceso al sistema de metro para personas con discapacidad mediante una aplicación móvil.

Jamila Mammadli ayudó a mejorar el acceso al metro en Bakú (Azerbaiyán) utilizando las redes sociales y la tecnología móvil. Fotos: Sid Lee / Nation of Artists

Actualmente, Jamila asesora la ciudad de Bakú en sus esfuerzos de crear un sistema de metro más inclusivo.

“Como persona que tuvo que hacer todas estas cosas por sí sola, ¿por qué la gente debería escucharme? Porque cuando hablo sobre algo, hablo por experiencia”, dice. “Me considero una soldado: solo lucho por lo que creo. Uso mi conocimiento, uso mis palabras, uso mi confianza en mí misma para luchar”, finaliza.

En el Ecuador: protegiendo a las mujeres de la violencia de género

Oso y Paola, del “Proyecto Violeta”, se entrenan para proteger a mujeres y otras personas vulnerables en el Ecuador. Foto: Fundación ARNUV

“Mi historia no es fácil de contar, pero tiene un final feliz. Hace 10 años tuve una experiencia amarga en mi vida”, explica Andrea Mosquera. Andrea es una mujer que vive con parálisis cerebral y un día fue atacada en un parque por un hombre que la había estado siguiendo.

“Traté de gritar y empujarlo, pero era más fuerte que yo. Fue entonces cuando apareció un ángel”, explica Andrea.

Cuando fue empujada y cayó al suelo, un perro se les acercó de repente y ladró con insistencia hasta al punto que el atacante tuvo que soltarla.

“El hombre se asustó y el perro no dejaba de gruñirle. Me estaba defendiendo. Así fue como pude huir de ese hombre que me hacía daño”, asiente.

Andrea es ahora activista por los derechos de las mujeres con discapacidad y creadora de una fundación que trabaja con perros rescatados.

Andrea Mosquera, activista de la fundación ARNUV (Acción Rápida por la No Violencia) y su “Proyecto Violeta”, cuenta su historia para ayudar a los demás. Fotos: Fundación ARNUV

“Los formamos y enseñamos a proteger a las mujeres que pueden ser víctimas de violencia de género. Ese es mi llamado en esta vida”, afirma Andrea.

A principios de este año, finalmente compartió su experiencia como parte del evento “Biblioteca Humana”, organizado por el Laboratorio de Acleración del PNUD en el Ecuador. A través de esta “Biblioteca”, el PNUD trabaja para construir diálogos, humanizar la información y reconectar con empatía en la búsqueda de soluciones innovadoras.

Mano a mano, el “Proyecto Violeta” en el Ecuador entrena perros callejeros para proteger a mujeres maltratadas y otras personas vulnerables. Foto: Fundación ARNUV

La idea de Andrea recibió el premio Global Honey Bee Network Creativity & Inclusive Innovation Awards del 2020, el cual reconoce la innovación inclusiva desde y hacia la comunidad.

En Rwanda: aprovechando la tecnología para ayudar a las personas con discapacidad visual

Sumaya Rebecca, de Masaka, en el distrito de Kicukiro (Rwanda), usa su bastón blanco inteligente, una nueva innovación para personas con discapacidad visual. Foto: PNUD Rwanda

Sumaya Rebecca, residente de Masaka, en el distrito de Kicukiro, depende principalmente de las directrices de su hija para moverse. Incluso con su bastón, moverse no ha sido fácil y, a menudo, depende del apoyo de simpatizantes que a veces le pagan el alquiler, le compran comida y otras necesidades.

“No puedo moverme de casa cuando mi hija está en la escuela, no tengo a nadie que me ayude a acceder a una tienda cercana. Siempre dependo de mi hija, incluso cuando quiero ir al baño”, dice Sumaya, de 29 años.

El Laboratorio de Aceleración del PNUD en Rwanda organizó sesiones de diseño del pensamiento con miembros de la unión de ciegos del país y un proveedor de soluciones para ayudar a comprender algunos de estos desafíos, y aprender cómo las personas con discapacidad visual están tratando de abordar el problema de la movilidad.

Gracias a estas conversaciones con los miembros, comenzaron a experimentar qué características podrían ayudar a las personas con discapacidad visual a moverse con libertad y seguridad.

En el lanzamiento del “bastón blanco inteligente”, en el Centro de Recursos para Ciegos de Masaka, se entregaron 40 dispositivos de bastones inteligentes desarrollados localmente por personas con discapacidad visual. Foto: PNUD Rwanda

El resultado fue el lanzamiento del Smart White Cane (bastón blanco inteligente), una vara de color blanco dotada de alta tecnología que es el primero de su tipo fabricado en Rwanda. Utiliza tecnología de rango ultrasónico para detectar obstáculos a una distancia de 1,2 metros y alerta al usuario a través de vibraciones y sonido. Tiene sensores para ayudar a diferenciar el día y la noche.

El GPS identifica la ubicación geográfica del usuario y también puede rastrear el bastón en caso de que se pierda. Los reflectores informan a otros usuarios de la vía que el usuario del bastón necesita asistencia especial. Para el lanzamiento, se entregaron 40 bastones, los cuales fueron fabricados de manera local, a personas con discapacidad visual.

“Usaré este bastón blanco inteligente para ir a donde quiera. Podré unirme a mis amigos donde sea que estén. Pondré fin a mi aislamiento”, afirma Rebecca.

¿Cómo pinta el futuro de las personas con discapacidad?

La promesa de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de “no dejar a nadie atrás” lleva intrínseco la necesidad de involucrar a las personas y comunidades marginadas en las iniciativas de desarrollo. Reconocer sus experiencias vividas y la diversidad de perspectivas al abordar los ODS puede desempeñar un papel importante en el empoderamiento de los ciudadanos y la distribución del poder.

A través del ingenio y de escuchar las experiencias de las personas que están marcando la diferencia, podemos intuir cómo podría ser el futuro. Sus historias nos muestran que son las personas quienes se enfrentan a los problemas diarios las que tienen el conocimiento más notorio para desarrollar soluciones. Involucrar a las personas cuyas voces a menudo no se tienen en cuenta, es clave para construir un enfoque más inclusivo del desarrollo.

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