La cuestión de la identidad
Por Jamil Akhtar
¿Qué es peor, que no se te reconozca o que se burlen de tu existencia? ¿Qué es mejor, encontrar seguridad en el silencio y la invisibilidad o enfrentarse a la violencia por reclamar tu lugar?
Habla con cualquier persona transgénero en Pakistán y te podrá contar innumerables historias desgarradoras de crueldad, opresión, explotación, apatía y privación de derechos que han tenido que sufrir a lo largo de su vida. A pesar de que una sentencia histórica de la Corte Suprema de 2009 les otorgó el derecho a declararse como transgénero en la Cédula Nacional de Identidad Computarizada, fue solo en 2018 que la ley otorgó más libertad y derechos a las personas transgénero.
Aunque el Estado ha reconocido que la idea de género vaya más allá de los límites rígidos de una sociedad patriarcal, la sociedad está todavía lejos de tal reconocimiento.
La identidad no se limita a la categoría en un certificado de ciudadanía. Es la suma de todas sus cualidades, creencias, personalidades, apariencias y las formas de expresarse. La identidad de género es una parte vital de nuestro sentido de identidad, ya que define nuestra relación con nuestra sociedad y el mundo en general. Para los miles de paquistaníes que luchan con su propia identidad, su confusión interna comienza con la comprensión de su inconformidad de género e incluso puede conducir a la disforia de género, una angustiosa dolencia psicológica causada por factores genéticos y ambientales.
El psicólogo social Peter Winereich ha definido la identidad como “la totalidad de la autoconstrucción de uno o una mismo, en la que cómo te defines en el presente expresa la continuidad entre cómo te construyes a tí mismo y lo que aspiras a ser en el futuro”.
A partir de esta definición, se puede deducir que los recuerdos son los componentes básicos de la identidad. ¿Qué tipo de identidad construirías si todos tus recuerdos fueran de dolor y sufrimiento, de ausencia de amor y respeto, de pobreza y privación, de degradación y violencia?
Erik Erikson, el famoso psicólogo por acuñar el término crisis de identidad, dice: “En la jungla social de la existencia humana no hay sentimiento de estar vivo sin un sentido de identidad”.
¿Qué tan vivo puede sentirse alguien cuando está atrapado en una batalla constante con los dos mundos: el interior y el exterior?
Las condiciones pueden ser desalentadoras y el ambiente hostil, pero las personas transgénero de Pakistán se niegan a continuar soportándolo. Por eso están trabajando para educar y empoderar a su comunidad, sensibilizar a la sociedad e influir en la legislación. Están encontrando sus voces y elevándolas por el bien de su comunidad y, por ende, de la sociedad.
Han iniciado un proceso de negociación de identidad que los llevará a ser reconocidos como miembros iguales de la sociedad con los mismos derechos y responsabilidades que todos/todas los/las demás.