Mujeres liderando en tiempos de crisis

ONU Desarrollo
6 min readJun 22, 2022

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Por Ioana Creitaru, asesora de la Oficina de Crisis del PNUD y de la iniciativa SURGE en Moldova para la respuesta a la crisis de los refugiados de Ucrania

Cuatro generaciones de mujeres refugiadas de una misma familia de Odessa (Ucrania) han encontrado refugio en el Centro de Rehabilitación de Víctimas de la Violencia Doméstica de Moldova, creado en 2020 con el apoyo del PNUD.

Un fuerte golpe en la puerta de su casa la hizo saltar de su cama. Su marido le pidió que se quedara atrás mientras salía a ver qué sucedía. Dos soldados irrumpieron en la casa y se lo llevaron bajo arresto. Mientras arrastraban a su marido hacia la oscuridad de la noche, ella se abstuvo de gritar y corrió a despertar a los niños. Metió algunas prendas de ropa, joyas y una manta en una maleta pesada de madera, susurró una oración y huyó con sus dos hijos. Esa noche, fue la última vez que vio a su marido y esos fueron los últimos pasos que dio por su tierra natal.

Esta es la historia de mi bisabuela, que huyó como refugiada de Moldova a Rumanía en 1941.

Su historia me inspiró a convertirme en una profesional del desarrollo. Por eso, cuando este año el PNUD anunció la convocatoria de asesores SURGE para la respuesta a la crisis de los refugiados en Ucrania, supe que tenía que ir. Mi despliegue en Moldova no era solo una llamada del deber, sino una oportunidad para honrar la memoria de mi bisabuela. Dejar a mi hija de 4 años no fue fácil, pero el fuerte apoyo de mi familia y la flexibilidad de los acuerdos de misión con la Oficina de Crisis del PNUD me permitieron aceptar esta misión.

Trabajando con mujeres refugiadas en Moldova

La guerra en Ucrania ha desencadenado la mayor crisis migratoria del mundo en la actualidad. Cerca de 8 millones de personas han sido desplazadas internamente, mientras se estima que 13 millones están varadas en las zonas afectadas o sin poder salir del país. Más de 6,5 millones han huido en calidad de refugiadas. De hecho, más de 800.000 personas refugiada cruzaron a Moldova, de las cuales el 64 % son mujeres y niñas. De estas, más de 107.000 decidieron quedarse en el país vecino. A modo de perspectiva, la población de Moldova es de 2,59 millones de habitantes.

Familias de refugiados celebran la Pascua en el Centro Regional de Rehabilitación de Víctimas de la Violencia Doméstica en Gagauzia (izquierda y centro). Los niños se divierten en el centro de alojamiento para refugiados en Gagauzia, Moldova (derecha). Foto: PNUD / Ioana Creitaru

Cuando llegué a Moldova, me reuní con mujeres refugiadas en uno de los 90 centros de alojamiento para refugiados creados por el gobierno. Mientras los jóvenes voluntarios entretenían a los niños con canciones, las madres compartían sus preocupaciones por haber dejado a sus maridos en el frente, a sus respectivas familias y hogares, así como por la incertidumbre de su futuro.

El Centro Regional para la Rehabilitación de las Víctimas de la Violencia Doméstica de Gagauzia, apoyado por el PNUD, ha brindado un espacio para las madres refugiadas con hijos pequeños. Foto: PNUD / Ioana Creitaru

“Cuando salimos de Odessa, no sabíamos dónde íbamos a parar, ni siquiera sabíamos si íbamos a sobrevivir al viaje”, dice Nataliya, con su bebé de cinco meses en brazos. Junto con otras 23 mujeres refugiadas y 13 niños, Nataliya encontró asilo en el Centro Regional de Rehabilitación de Víctimas de la Violencia Doméstica de Gagauzia. El centro, que fue creado hace dos años para ayudar a las mujeres y los niños expuestos a la violencia y cuenta con el apoyo del PNUD, ofrece espacios disponibles para acoger a las madres con hijos pequeños que se ven obligadas a huir de Ucrania.

Los voluntarios preparan los regalos de Pascua para los refugiados, coordinados por la organización Moldova por la Paz en el almacén de Moldova Film. Foto: PNUD / Ioana Creitaru

Desde 2019, el PNUD y el Gobierno de Suiza han apoyado a los propietarios de alojamientos para expandir los negocios locales y promover el turismo rural. Tras el conflicto actual, el programa también está ayudando a cubrir parte de los costes para albergar a los refugiados ucranianos a través de la asociación local de ciudades de acogida. Más de 150 refugiados han recibido asistencia jurídica y apoyo psicosocial en el marco de un programa de acceso a la justicia en colaboración con el PNUD.

El PNUD Moldova y sus socios, tales como la Unión Europea, Suiza, Suecia y el Reino Unido, han destinado USD 1,27 millones en total para cubrir parcialmente las necesidades inmediatas de los refugiados y las comunidades de acogida, así como para apoyar la inclusión socioeconómica de las personas que huyen de la guerra, promoviendo oportunidades de empleo, ampliando el acceso a los servicios públicos y garantizando la cohesión social.

Tatyana, refugiada de Odessa (Ucrania), ahora trabaja en una planta de producción de aceite de girasol en Balti (Moldova). Foto: PNUD Moldova

“Quería quedarme en Odessa, pero mi marido insistió en que me fuera a Moldova. Así que vine a Balti con nuestro hijo de 11 años”, dice Tatyana, una refugiada de Ucrania. Buscó los servicios de la subdivisión de la Agencia Nacional de Empleo y consiguió un trabajo en una planta de producción de aceite de girasol. El PNUD y Suiza apoyan a la Agencia que, entre otras cosas, proporciona información, asesoramiento y referencias a las personas que buscan trabajo.

Mujeres que inspiran

El Gobierno de Moldova está mostrando su liderazgo a la hora de responder a las necesidades de los refugiados que huyen de Ucrania. Su trabajo se complementa con los esfuerzos de los socios coordinados por ACNUR en el marco del Foro Mundial sobre los Refugiados. El PNUD Moldova copreside, junto con el Gobierno, el grupo sectorial interinstitucional de inclusión y medios de subsistencia, por lo que me sentí honrada de asumir este papel en nombre del PNUD durante mi misión en marco de la iniciativa SURGE.

Una joven madre refugiada y su bebé de un año se ofrecen como voluntarios para hacer bolsas de regalo de Pascua para otros refugiados. Ella dice: “Ahora estoy aquí y estoy a salvo. Esto es lo menos que puedo hacer, ayudar a otros refugiados como yo a encontrar un poco de alegría esta Pascua”. Foto: PNUD / Ioana Creitaru

La inclusión socioeconómica, en especial de las mujeres que son quienes representan el mayor porcentaje de refugiados, es un factor esencial para salir de la actual crisis en Moldova. Para conseguirlo, será necesario un diálogo con toda la sociedad para encontrar soluciones en materia de empleo, formación, recalificación profesional y sistemas de apoyo para el cuidado de los niños.

Durante mi misión en Moldova, también tuve la oportunidad de asesorar a una colega llamada Nargiz Guliyeva, del PNUD en Azerbaiyán. Nargiz fue enviada a Moldova en el marco de la iniciativa SURGE Experience, cuyo objetivo es preparar a los profesionales del PNUD para situaciones de crisis. En este contexto, ella apoyó a la oficina del país en la evaluación de competencias, la participación del sector privado y otras áreas relacionadas con la inclusión socioeconómica y los medios de vida.

“Esta primera misión de SURGE me ha permitido redescubrirme como una profesional capaz de responder a las complejidades de la crisis y de trabajar bajo presión en un entorno multicultural”, dice Nargiz.

Nargiz, a la izquierda, se unió a Mizuho (en el centro) y yo misma (a la derecha) en el marco de la iniciativa Experiencia SURGE, en la que los asesores SURGE recién formados se reúnen con otros más experimentados para adquirir experiencia en situaciones de crisis. Foto: PNUD / Ioana Creitaru

Al reflexionar sobre esta misión, siento que fue un privilegio trabajar para apoyar a mujeres como mi bisabuela y como las refugiadas que conocí en Moldova. Aunque se enfrentaron a dificultades inimaginables debido al conflicto, encontraron recursos internos y externos para no solo sobrevivir, sino prosperar y ser un ejemplo para las generaciones venideras.

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