Tranquilidad en medio de las tormentas
Viet Nam es uno de los diez países más afectados por el cambio climático. Ha tenido un clima extremo de forma frecuente e impredecible en los últimos años, con consecuencias desastrosas y a menudo mortales.
“Solíamos soñar todas las noches con una casa segura”, dice Nguyen Thi Mua.
Mua, su esposo y sus cuatro hijos viven en la comuna de Vinh Hai en la costa de Viet Nam, donde el clima extremo es ahora una realidad. Solo en 2017, 16 tifones azotaron Viet Nam, más de 350 personas perdieron la vida y cientos de miles de hogares fueron destruidos.
“Muchas veces, hemos tenido que pedir dinero prestado para hacer reparaciones después de los tifones”, dice Mua. A menudo, cuando las cosas se ponían realmente mal, se veían obligados a quedarse con sus vecinos hasta que su casa volviese a ser habitable.
El mar está a solo 300 metros de la casa de Mua, y la salinidad invasora ha reducido drásticamente lo que la familia puede crecer en su tierra.
En el pasado, sus vecinos los contrataban para cosechar arroz, excavar patatas o para trabajar en la construcción, trabajos en los que podían generar hasta tres millones de dongs — alrededor de US$129 dólares al mes. Sin embargo, tanto Mua como su esposo tienen problemas de salud y no pueden trabajar, lo que significa que incluso esos pequeños ingresos se han agotado.
“No hemos podido trabajar y ganar dinero durante unos meses”, dijo Mua. “El poco dinero que ganamos lo tenemos que gastar en comida, la educación de nuestros hijos y otras cosas”.
Hasta que el PNUD intervino, parecía que el sueño de un hogar seguro seguiría siendo solo eso: un sueño. Pero Mua y su familia son ahora los orgullosos ocupantes de una fuerte casa de concreto, una de las primeras de miles construidas en Viet Nam para resistir ante el incierto futuro climático.
Con el apoyo del Fondo Verde para el Clima, el PNUD y el gobierno de Viet Nam están construyendo este año más de 1.300 casas resistentes a las tormentas, y plantando y regenerando 1.300 hectáreas de manglares costeros. Los manglares no solo actúan como amortiguadores de tormentas y sumideros de carbono, sino que también nutren la biodiversidad y crean oportunidades de ingresos.
El proyecto de este año se añade a otro exitoso completado en 2018, donde se construyeron 1.098 casas y se restauraron 200 hectáreas de manglares.
La iniciativa ayudará a Viet Nam a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible: para el final del proyecto en 2022, se habrá ahorrado aproximadamente 1.9 millones de toneladas de dióxido de carbono.
También significará vidas más seguras para familias vulnerables, como lo son los hogares encabezados por mujeres, ancianos y personas con discapacidades.
“Este es el primer proyecto apoyado por el Fondo Verde para el Clima en la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (ASEAN, por sus siglas en inglés). El proyecto ha logrado éxitos significativos que se observan cada vez más a nivel mundial”, dijo la Representante Residente del PNUD, Caitlin Wiesen. “Espero que podamos continuar teniendo resultados impresionantes”.
La nueva casa de dos habitaciones de Mua se basa en un diseño que su familia eligió. Tiene un entrepiso al que pueden retirarse cuando suben las aguas, techos reforzados y paredes y cimientos de cemento.
“Ahora que tenemos esta casa resistente, nos sentimos mucho más seguros. Si hay una inundación, podemos mover nuestras pertenencias, arroz y los libros de los niños al nivel del entrepiso”, dijo Mua.
El proyecto de Viet Nam es parte de una iniciativa más amplia en la región de Asia Pacífico que apoya a los países en desarrollo que están haciendo el cambio a un desarrollo resistente al clima con emisiones más bajas.
Para Mua y su familia significa que en el corto plazo tendrán tranquilidad.
“Tenemos una casa resistente que protege nuestras vidas y nuestros bienes. Por muchas noches no pudimos dormir de lo felices que estábamos”, dijo.
Fotos: PNUD Viet Nam / Phan Huong Giang