Viaje de ida y vuelta a Kandahar, una aventura única en la vida
Un joven asesor de SURGE relata en primera persona el despliegue en Afganistán
Por Tilini Subodha Kuruppu Arachchige

Fui afortunado de poder unirme a la misión intergeneracional del sistema de las Naciones Unidas en Kandahar durante el despliegue de SURGE en Afganistán en noviembre del año pasado. El PNUD “se queda para cumplir”, junto con el resto de las agencias de la ONU, con la misión de aliviar la crisis humanitaria tras la toma del poder por parte de los talibanes. Nuestro objetivo era reunirnos con las autoridades de facto e informarles del trabajo que está realizando el PNUD en el territorio y generar conexiones con otras partes interesadas, como las mujeres líderes comunitarias, para luego establecer nuevos programas. En ese contexto, nos embarcamos en un vuelo del Servicio Aéreo Humanitario de las Naciones Unidas proveniente de Kabul y dimos inicio a nuestra misión de tres días.
Espíritu emprendedor
Durante mi estancia en Kandahar tuvieron lugar dos reuniones que permanecen grabadas en mi memoria. La primera de ellas fue con un grupo de mujeres emprendedoras que trabajan duro para mantenerse en pie durante tiempos difíciles. Su resiliencia y motivación para conservar su espacio en la economía, que tanto les costó conseguir, fue realmente inspirador. El PNUD, en alianza con la Unión Europea (UE), ha lanzado un programa de recuperación de USD 16,9 millones para salvaguardar los medios de vida y negocios de afganos y afganas, incluyendo los de estas mujeres. Solo este año, la oficina de país tiene como objetivo apoyar a más de 50,000 micro, pequeñas y medianas empresas(MIPYMES).


El segundo recuerdo es la visita a un edificio espectacular que estaba previsto para funcionar como hotel, pero se transformó en un hospital. “Quería cumplir el deseo de mi padre de servir a la comunidad”, dijo Younus Lala, el propietario. El sector sanitario se ha visto particularmente afectado y muchos trabajadores llevaban meses sin cobrar. Como medida provisoria, el PNUD se hizo cargo del sistema de pago de salarios de aproximadamente 26.000 médicos, enfermeras y otros trabajadores, incluidas 7.300 mujeres, para mantener en funcionamiento las instalaciones sanitarias.
Durante esos dos encuentros vi la resiliencia de las personas que continúan confiando y apoyándose mutuamente durante tiempos increíblemente desafiantes.

El camino menos transitado
Uno de nuestros colegas contrajo COVID-19, lo que significaba que no podíamos tomar nuestro avión de regreso a Kabul. El equipo de seguridad inició los preparativos para que regresáramos por tierra en un viaje de más de 300 millas (¡una distancia que el personal de la ONU no había emprendido en más de 20 años!)
Un convoy de seis vehículos de la ONU, custodiado por soldados de las autoridades de facto, se puso en marcha al amanecer del día siguiente. El plan era llegar a Kabul antes de la puesta de sol. Nuestros guardias se colocaron en la parte trasera de una camioneta, con las armas preparadas por si ocurría algún incidente. Así fue como iniciamos nuestro viaje de 13 horas por carreteras desconocidas e interminables puestos de control.

Nos pidieron que tuviéramos cuidado con las municiones sin explotar, realidad que se hizo evidente cuando tuvimos que pasar por encima de grietas dañadas por explosiones anteriores. Solo nos detuvimos para que nuestros escoltas pudieran realizar sus oraciones. Los curiosos saludaban a nuestro convoy mientras atravesábamos el campo afgano. La gravedad de la sequía era cada vez más evidente en los cursos de agua secos y las carreteras polvorientas. Todos suspiramos con alivio al llegar a nuestro recinto en Kabul.


Experiencia SURGE: una oportunidad única en la vida
Desde el cambio de poder en agosto pasado, la cantidad de trabajo realizado es realmente notable. Más de 70.000 personas recibido apoyo a través del empleo temporal, con igualdad de remuneración para mujeres y hombres. Solo en Herat, otras 105.000 personas, la mitad de ellas mujeres de 15.000 familias campesinas, se han beneficiado de un programa de dinero por trabajo que también ayudará a mejorar el riego en la ciudad.
Fui parte del equipo de la Unidad de Respuesta a las Crisis que coordinó una de las mayores operaciones SURGE que el PNUD ha llevado a cabo. Nuestro trabajo consistió en identificar las principales brechas en las capacidades y traer personal capacitado para garantizar la continuidad de las operaciones del PNUD. En febrero de este año ya se habían desplegado 62 asesores SURGE en el país.

Cuando iniciamos nuestra actividad en el país en septiembre, los vuelos comerciales habían dejado de operar en el país. Aún no teníamos ningún proceso establecido. Los visados, la logística y los requisitos de tránsito de terceros países cambiaban constantemente. Fue increíble ver cómo toda la organización se unía para actuar en unidad. Es más, muchos asesores de SURGE fueron liberados de países que están experimentando sus propias crisis y fueron asignados a este despliegue.
El despliegue del que formé parte pertenecía a la iniciativa SURGE Experience (Experiencia SURGE), en la que jóvenes profesionales son enviados a zonas en crisis con el objetivo de formar a la próxima generación de líderes del PNUD en materia de crisis. Estar en Afganistán en un momento así, trabajando junto al increíble personal del país y estar en presencia de los líderes de la ONU, quienes trabajan incansablemente para garantizar el mejor servicio a la gente del país, realmente fue una experiencia de aprendizaje única en la vida.