“Vivía con miedo a ser secuestrada de nuevo”

ONU Desarrollo
3 min readApr 7, 2021
Una sesión de salud mental y apoyo psico-social para las víctimas de insurgencia en el noreste de Nigeria.

En 2014, Yagana Mustapha fue secuestrada por un grupo armado. Con solo 17 años, se vio obligada a casarse con uno de sus secuestradores y dio a luz a dos hijos.

“Pasé por mucho estrés y sufrimiento”, dice. “Nos alimentaban con comida podrida, a veces pasábamos días sin comer”.

Yagana estuvo cinco años en cautiverio en el norte de Nigeria antes de encontrar el coraje para escapar, llevando a sus hijos con ella. Pero descubrió que, aunque el trauma físico había desaparecido, el trauma emocional persistía.

“Ya había atravesado la situación, pero vino algo peor. No podía dormir la mayoría de las noches, tenía pesadillas y vivía con miedo a ser secuestrada de nuevo”, dijo.

Las víctimas de la insurgencia a menudo se ven obligadas a huir de sus hogares, donde muchos son separados de sus familias y comunidades. Durante la insurgencia originada por el conflicto, la pérdida de vidas, el secuestro y la amenaza de reclutamiento en grupos armados crean traumas y perturbaciones mentales. Muchas personas no tienen acceso a servicios fundamentales, como agua limpia, atención médica y educación, especialmente cuando se asaltan las ciudades y se dividen las comunidades. Todos estos eventos dejan profundas marcas.

Yagana estuvo cinco años en cautiverio en el norte de Nigeria antes de encontrar el coraje para escapar, llevando a sus hijos con ella. Pero descubrió que, aunque el trauma físico había desaparecido, el trauma emocional persistía. Yagana también se ha beneficiado enormemente del apoyo y ha comenzado a curarse de su trauma.

Si tales sentimientos traumáticos no son abordados, eventualmente pueden conducir a enfermedades severas, como la depresión y el trastorno de estrés postraumático (TEPT). También puede llevar a una baja autoestima, complejos problemas de salud, un rendimiento general deficiente y posibles autolesiones. El apoyo a la salud mental sigue siendo crítico, especialmente para las víctimas de la insurgencia.

Para contribuir al bienestar y salud mental de la comunidad, ligado al apoyo para reconstruir sus sistemas de medios de vida locales, el Proyecto de Apoyo para la Reconciliación y la Reintegración implementado por el PNUD, la OIM y UNICEF en los estados de Borno, Adamawa y Yobe con financiamiento de la Unión Europea brinda apoyo de salud mental y psico-social para las víctimas de la insurgencia en el noreste de Nigeria. La iniciativa está vinculada al apoyo proporcionado por los miembros de la comunidad para establecer esquemas de medios de vida locales apropiados. Busca crear un entorno que promueva y ayude a desarrollar habilidades para solucionar problemas, sanar cicatrices causadas por el conflicto y posteriormente construir la resiliencia comunitaria.

Las personas como Yarga reciben clases de asesoramiento y tutoría en valores fundamentales, como la tolerancia, la justicia y la honestidad, lo que contribuye a la cohesión social y la paz. Su selección para la participación se basa en una evaluación de vulnerabilidad.

La aldea de Halima Bukar fue asaltada y su marido fue capturado, dejándola con cuatro hijos a su cuidado. “Perdí a mi marido, y todavía no sé si está vivo o muerto, simplemente no pude encontrarlo después de la redada. Desde entonces, he estado viviendo en desasosiego, pensando si alguna vez volverá a mí y a mis hijos”.

Frente a un futuro aterrador e incierto, Halima se inscribió en el programa. “Las sesiones han sido maravillosas”, dice. “Me siento mucho mejor ahora, ya no pienso mucho, me ha ayudado a seguir adelante”.

Yagana también se ha beneficiado enormemente del apoyo y ha comenzado a curarse de su trauma.

“Las sesiones nos dieron la oportunidad de hablar sobre nuestra situación, y en eso me di cuenta de que muchas personas han pasado por peores situaciones que las mía. Sabiendo que no estoy sola y ver a las personas que pasan por el mismo problema me ayudó a relajarme. Nos unimos y estamos tratando de curarnos juntas. No he superado totalmente el evento, pero esta sesión es un paso hacia la recuperación completa, estoy realmente feliz de haber participado y desearía que más personas pudieran hacerlo”, dice.

Frente a un futuro aterrador e incierto, Halima se inscribió en el programa. “Las sesiones han sido maravillosas”, dice. “Me siento mucho mejor ahora, ya no pienso mucho, me ha ayudado a seguir adelante”.

Historia y fotos por el PNUD Nigeria

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