Yemen, un país al borde de la hambruna
Por Ley Phyu
Yemen es uno de los cuatro países del mundo actualmente considerados al borde de la hambruna. Dos años de una guerra continua han creado las condiciones para el hambre generalizada en este país de 28 millones de habitantes. Según los últimos datos de la ONU, casi el 60 por ciento de los yemeníes no saben cuándo comerán de nuevo y 6,8 millones de personas padecen de desnutrición aguda.
¿Cuál es la causa?
Incluso antes de que estallara el conflicto a principios de 2015, Yemen ya era uno de los países más pobres de la región árabe.
Los yemeníes dependían de las importaciones para el 90% de sus alimentos básicos como el trigo, el arroz y otros cultivos de cereales. Dos años de guerra provocaron daños a puertos, carreteras y puentes, lo que causó escasez de alimentos, medicinas y combustible.
Exclusión del comercio y sus ingresos
El funcionamiento de un sistema bancario nacional estable es vital en un país donde se importa el 90 por ciento de los alimentos básicos. El bloqueo de las transacciones financieras internacionales también llevó a una crisis de liquidez tanto para el dólar estadounidense como para la moneda local.
Como resultado, los funcionarios gubernamentales y trabajadores del sector público que prestan servicios sociales básicos, como la asistencia sanitaria, no han recibido sueldos desde agosto de 2016. Esto reduce la respuesta humanitaria y perjudica seriamente el poder adquisitivo individual, ya que el 30 por ciento de los yemeníes dependen de los salarios y pensiones del Gobierno.
Sin estos ingresos, las familias no pueden comprar comida. Más de la mitad de las familias yemeníes están comprando alimentos a crédito. El precio promedio de la harina de trigo fue un 32 por ciento más alto en marzo de 2017 en comparación con los precios en marzo de 2015.
Falta de empleo
Antes de la guerra, el pescado era la segunda mayor exportación de Yemen y una fuente clave de alimentos. Las operaciones de transporte marítimo y daños a los puertos, barcos, plantas de energía eléctrica y fábricas han paralizado la industria pesquera de Yemen, sector constituido en su mayoría por empresas familiares.
Los dos años de conflicto han arruinado gran parte del sector industrial y manufacturero, incluida la producción de petróleo, que representó más de la mitad de las exportaciones de Yemen en términos de PIB y empleó a muchos trabajadores. Además, el 70 por ciento de las pequeñas y medianas empresas han despedido a la mitad de su mano de obra.
Incluso en las zonas libres de violencia armada, los campesinos luchan para hacer frente a una hambruna a nivel nacional porque gran parte de la tierra está cubierta de minas terrestres y otras municiones sin explotar.
Tres millones de yemeníes están actualmente desplazados por todo el país en busca de trabajo, seguridad, alimentación, agua y atención médica.
¿Qué hace el PNUD para ayudar a los afectados?
Creamos una alianza con organizaciones del sistema de las Naciones Unidas y el Banco Mundial con fondos adicionales de donantes como la UE, Japón, Holanda y Estados Unidos para ayudar a la gente a regresar a sus puestos de trabajo y recobrar su autosuficiencia. Nuestras actividades de ‘Dinero por Trabajo’, por un valor de US$342 millones, apuntan a restablecer el poder adquisitivo e inyectar dinero en la economía local.
Estamos eliminando barreras para mejorar la provisión de alimentos, agua y salud.
En 2016, despejamos más de tres millones de metros cuadrados de minas y otros explosivos, liberando así el terreno para su uso. Durante los últimos dos años, ayudamos a los yemeníes a remover escombros de la guerra, a restaurar carreteras, reparar camiones y reconstruir la infraestructura fundamental para conectar a la gente con los agricultores y facilitarles el acceso a los alimentos y al agua.
Estamos recibiendo asistencia en efectivo para las mujeres y familias más afectadas, y proporcionamos ayuda a los agricultores, pescadores y ganaderos a restaurar el suministro de alimentos.
Los yemeníes verán 270.000 empresas más centradas en la agricultura y la pesca, así como un aumento en los proveedores de asistencia sanitaria.
Más de dos millones y medio de personas tendrán un mejor acceso a suministros de agua desde ahora hasta 2018.
Durante los próximos dos años, nuestro programa de ‘Dinero por Trabajo’ seguirá creando empleos a corto plazo para 410.000 yemeníes.
Asistencia sanitaria donde la demanda es mayor
La mitad de las instalaciones médicas de Yemen han dejado de funcionar, por lo que estamos capacitando a los jóvenes locales como promotores de salud y saneamiento.
La mitad de las instalaciones médicas de Yemen ha dejado de funcionar, por lo que estamos capacitando a los jóvenes locales como promotores de salud y saneamiento.
Desde el comienzo del conflicto, hemos estado capacitando a parteras y enfermeras para que puedan salvar vidas en las zonas con focos de conflicto.
El financiamiento sostenible es vital para que podamos continuar nuestro trabajo con el fin de salvar vidas en países como Yemen.
Para más información sobre nuestro trabajo, visite www.undp.org o sigue @undpyneme, y en Twitter a nuestro Director para el País @aukelootsma.